AL FIN Y AL CABO SÓLO ES UN JUEGO, ESTAMOS ROMPIENDO TODAS LAS REGLAS... IRÉ AL INFIERNO DE TODOS MODOS.

Seguidores


Todo empieza un día normal y corriente cuando te planteas si realmente es él. Una pequeña persona aunque para ti él es sumamente grande, definitivamente es él, es perfecto.
Acción, reacción. Solo necesitas una mirada para captar su declaración de intenciones, una noche de ron con una mezcla de sentimientos y sinceridad para descubrir todo lo que llevas pensando durante un largo periodo de tiempo, en el cual para ti simplemente es la pérdida de la noción del tiempo, gracias a todos esos increíbles momentos de largas conversaciones hasta altas horas de la madrugada, miradas y sonrisas entrelazadas, encuentros inesperados y confidencias inconfesables.
Todo pasa y todo llega. Cuando piensas mañana, tarde y noche en si puede ser quien realmente cambie el sentido de tu vida, no ese sentido de darle un giro de 360º en el que no cambia nada, si no, un giro inesperado en el que te des cuenta de que no puede haber nada mejor que pasar horas y horas hablando con él, cogerle de la mano y sentir como tu corazón palpita al ritmo del suyo, esa sensación, justo esa es la que todos buscamos sentir.
Quizás puedan pasar días, semanas, meses, años… que nunca querrás olvidar aquel día especial en el que todo empezó, ese día en el cual intercambiasteis una sensación inexplicable que solo vosotros entendéis. Nada ni nadie puede interferir en esos sentimientos debido a que todavía no ha nacido persona que entienda algo tan grande.
De repente llega un día en el que lo notas raro, solo quieres ser su pesadilla de noche y de día para saber que pasa por su cabeza, que piensa, que siente…y justo él te declara que realmente ha estado enamorado de ti.
Tiemblas, lloras, ríes, sonríes, que no falte lo último junto con unas lágrimas de felicidad. La primera vez en tu vida que lloras de felicidad. No te lo explicas. Por fin ha pasado. No hay explicación lógica a ese esfuerzo por lograr que cada mirada cruzada haya llegado al corazón del chico perfecto, tu amor platónico.
Tú tan tú, y yo tan pequeña y frágil ante un sentimiento tan profundo que ha costado tanto sacar a relucir. Pero de repente algo se acciona y gracias a él comienzas a ver todo desde una perspectiva diferente, todo se compagina, se lucha por lo que quieres y tus propósitos de año nuevo adquieren una larga e interminable lista por cumplir a su lado.
Quizás es demasiado pronto para decirlo, pero nunca vas a sentir algo igual, jamás alguien podrá compararse a él. Es tu amor de adolescencia, ese que nunca desaparecerá de tu mente, con el que soñarás día a día, noche a noche e imaginarás una vida lejana a su lado. Sentirás su sonrisa detrás de cada esquina, sus abrazos en cada frio invierno, sus carcajadas en cada cambio de estación, sus típicas frases bordes en cada situación incómoda, su piel bronceada en cada día soleado, sus besos en cualquier momento perfecto y sus delicados ‘te quiero’ en cada anochecer susurrados al oído.
Querrás alcanzar el infinito en cada amanecer, despertar cada mañana con sus ‘buenos días princesa’ que tanto te encantan, acostarte con un precioso beso y quizás prepararle mil y una sorpresas más. Solo podréis cumplirlo alcanzando una meta juntos, deseos por cumplir al ver estrellas fugaces en una estrellada noche en la playa.

Estamos todos locos, pero supongo que así es como funciona la especie.

Si me pierdo, encuéntrame.

El corazón... es un alumno limitado que nunca aprende.

Por qué si yo te digo "adiós"... el corazón me dice  "inténtalo otra vez".
No me des los buenos días, dame tus mejores noches

La fotografía pertenece al lenguaje no verbal, pero también es una bonita forma de expresarse.

El pensamiento es la única cosa del universo que no se puede negar; negar es pensar.

Hay dos días en los que nunca pienso: ayer y mañana.

Nunca es demasiado pronto para abrir el champagne.

Hoy en día, el que no es gilipollas es moderno.

¿Tan perdedor eres que no te das cuenta cuando ganas?

Cuando recuerdas que no vas a ninguna parte, es cuando te aceleras.

En ocasiones, cuando un miedo no se afronta y no se resuelve del todo, se agazapa y permanece al acecho, como una pantera negra escondida en la alta hierba, en la confusión cotidiana, lista para saltar y para reaparecer con toda la violencia de sus garras… imposibilitando cualquier posible duda.

Y soy yo, soy así. Claro que nunca le caeré bien a todo el mundo, como te dije, tampoco lo pretendo.
Mucha gente dice que me quiere, pero después alegan lo contario, y sabes qué?
No me lo has dicho nunca, pero sé que cuando me lo digas será de verdad. Porque sí!
Eres distinto. Y lo sabes.
Lo pienso, y no me arrepiento, siendo así doy envidia. Pero siendo así te “conocí”.
Estoy orgullosa de lo que soy.

Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos.
Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y ella menos que ninguna.
Ella, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderlo, de respetarlo.
Ella no se divertirá con esos tiernos caprichos como lo hacía yo.

Tan solo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera.

Improvisemos un guión definitivo.

-¿Por qué me mentiste?
+No lo sé. Creo que tenía miedo de no ser bastante para ti. Ya sabes, no ser bastante lista o bastante simpática; tenía miedo de no ser suficiente, de perderte por no merecer estar contigo.

-A ver. Eres increíble, eres capaz de hacerme reír más de veinte veces por minuto. Y cuando sonríes colocas los labios de una forma que me vuelve loco. Solo con mirarme sacas lo mejor de mí, me haces sentir mejor persona. ¿No te parece eso suficiente?

Que lo bueno en la vida se hace esperar.

Tocarte es sinónimo de éxtasis.

La gente llama experiencia a lo que se suele llamar un error.

No necesito ser la primera, sólo la última.

No puedo negar que cuándo me pregunten ¿qué piensas?, diga en nada. No puedo negar que no te recuerde, aunque ya no me duele. Y aunque no puedo negar que no piense, intento no hacerlo.


Y en ese momento...pronunciaste mi nombre en sueños. Lo dijiste con tal claridad que creí que te habías despertado, pero te diste vuelta, musitaste mi nombre otra vez y suspiraste. Un sentimiento desconcertante y asombroso recorrió mi cuerpo. Y supe que no te podía ignorar por más tiempo.


-Vete al infierno
+
Si...pero tú te vienes conmigo